La Fundación Jiménez Díaz y AMAC ponen el foco en la mujer en una jornada multidisciplinar sobre anticoagulación
El Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (FJD) ha organizado en colaboración con la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC) la I Jornada multidisciplinar sobre "La anticoagulación en la mujer". Un encuentro formativo cuyo objetivo era abordar con una visión 360º desde la perspectiva de diferentes especialistas como; hematólogos, endocrinos, cardiólogos, ginecólogos y geriatras, las etapas de la vida de la mujer anticoagulada y resolver a las pacientes dudas sobre el tema.
Según comenta la Dra. Pilar Llamas, Jefa de Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital FJD “se ha querido impulsar esta iniciativa para acompañar y formar a las pacientes en tratamiento anticoagulante, dándoles directrices claras en cuanto a su tratamiento y seguimiento, haciendo un recorrido en todas las etapas de la mujer poniendo atención en cada etapa, y en las peculiaridades que hay en relación a los cambios hormonales y la anticoagulación”.
La Dra. Belén Rosado del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, hizo una aproximación general de cómo los estrógenos influyen en la hemostasia, explicando que actúan aumentando los factores de la coagulación II, VII, IX, X y XII amplificando por tanto la cascada de activación de esos factores. “Lo que veríamos sería un aumento de esos factores que al final van a formar la trombina y por tanto ese coagulo, disminuyendo la inhibición de esos factores anticoagulantes. “No quiere decir que con únicamente los niveles de estrógenos basales que puede tener una mujer, se va a llegar a un evento trombótico, pero es verdad que es importante tenerlos en cuenta, porque sumados a otros factores como la edad, genética o factores de riesgo cardiovascular modificables añadidos a estos niveles de estrógenos en determinadas etapas de la vida, puede llegar a desembocar a un evento tromboembólico” explicó.
Por su parte, la Dra. Pepa Sánchez Borque, del Servicio de Cardiología de la FJD, con respecto a los cambios experimentados en la salud cardiovascular de las mujeres, señaló que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en España y en todo el mundo occidental, suponiendo el 30% de la mortalidad total, por encima de infecciones y tumores, teniendo las mujeres un porcentaje más alto de mortalidad que los hombres por enfermedad cardiovascular (entorno al 54%).
La primera causa de muerte sobre todo en la mujer según los datos del 2016, se encuentra la enfermedad cerebrovascular (ictus, hemorragia o insuficiencia cardiaca), sin embargo el infarto continua siendo la entidad más importante de mortalidad en el hombre. La enfermedad cardiovascular y toda arteriosclerosis de base aparece por la suma de muchos factores, unos sobre los que no podemos actuar como la edad o antecedentes familiares, y otros que conocemos o que deberíamos conocer como el colesterol, diabetes y sedentarismo.
A medida que las mujeres envejecen, y por la pérdida de estrógenos se va aumentando el riesgo cardiovascular, de arritmias e ictus, a juicio de la Dra. Borque, “lo que debemos hacer es prevenir y tener la responsabilidad de desarrollar una actividad física, llevar una dieta balanceada y el control de los factores de riesgo, desde los profesionales sanitarios debemos tratar de concienciar a los pacientes de que la responsabilidad es de todos”.
Durante esta jornada también se abordó el tema de la anticoncepción en la mujer, en la que el Dr. Plaza del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la FJD, hizo énfasis en que lo más importante es la personalización del tratamiento, dado que “no va a ser lo mismo una mujer de 20 años que padece alguna cardiopatía y por ende está anticoagulada, que una mujer con 50 años que ha sufrido un ictus” explicó. Además, expuso que existen actualmente una gama múltiple de productos, pero que también hay diversas patologías en las que se recomienda la anticoagulación. En este sentido, puntualizó tres factores a tener en cuenta con respecto a la anticoncepción en mujeres anticoaguladas; La edad, deseo de gestación y contraindicación de la misma, como resumen se selecciona la opción más conveniente para la paciente. Plaza explicó que entre las mejores opciones anticonceptivas para estas pacientes se encuentran los métodos de barrera, el diu de levonorgestrel, los progestágenos orales y luego en mujeres o parejas que no desean tener hijos, la recomendación más segura es la ligadura de trompas o la vasectomía.
La Hematóloga de la FJD, Sara Martín Herrero, estuvo a cargo de exponer el riesgo trombótico que tienen las mujeres durante la gestación, la especialista recordó que es la principal causa de mortalidad materna, por lo que se debe estratificar durante toda la gestación a estas pacientes, teniendo muy en cuenta esta patología, ya que según sus palabras “es fácil de evitar, el riesgo de enfermedad tromboembólica venosa en una mujer embarazada es de 5 a 6 veces superior al de una mujer no embarazada” explicó.
Por otro lado, una de las recomendaciones de anticoagulación durante la menopausia o climaterio es realizar trombo-profilaxis en mujeres que toman tratamiento hormonal sustitutivo y presentan un riesgo de enfermedad tromboembólica transitoria como la cirugía, inmovilización, o la hospitalización por alguna infección aguda. Así lo ha manifestado la Dra. Pilar Llamas, durante su ponencia sobre los factores de riesgo transitorios y permanentes en esta etapa. Además, ha destacado como los otros especialistas reunidos en esta jornada, en la necesidad de poner el foco en la prevención y en corregir los factores de riesgo modificables.
La Dra. Ana Isabel Hormigos del Servicio de Geriatría de la FJD “La edad biológica no es igual que la edad cronológica” y continúa en la línea de individualizar los tratamientos según el perfil de cada paciente, detallando que en esta especialidad utilizan “la valoración geriátrica integral para intentar abarcar no sólo la parte médica sino la otras realidades presentes en el paciente mayor”. Además, Hormigos aprovechó la ocasión para manifestar la necesidad de crear nuevas guías terapéuticas que incluyan a este perfil de pacientes, ya que no están disponibles o no se han hecho los estudios pertinentes.