El Ministerio elabora una guía de actuación para pacientes crónicos y mayores frente a la pandemia
El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía de actuación para pacientes con enfermedades crónicas y personas mayores en situación de confinamiento por la pandemia de COVID-19. Este documento está orientado a ofrecer pautas básicas generales para las personas más vulnerables, aquellas de edad avanzada y las que presentan condiciones de salud crónicas o inmunosupresión.
Además, incluye un anexo con recomendaciones específicas para pacientes con dolencias crónicas que requieren un especial cuidado por parte de los pacientes o sus cuidadores, entre las que están el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión, pacientes con tratamiento anticoagulante, epilepsia, alteraciones conductuales, enfermedad renal crónica, alergias, asma o EPOC.
«El COVID-19 ha corresponsabilizado a toda la sociedad con el autocuidado y el cuidado de otros. Ahora se hace fundamental ser adherentes a los tratamientos, comer bien, hidratarse y llevar una higiene estricta para cuidarnos y así cuidar a otros», se explica en la introducción de la guía. «Queremos poner en valor a las personas más luchadoras: mayores, niños, jóvenes… todos los que padecen enfermedades crónicas o síntomas cronificados, así como sus cuidadores y familias. Son un ejemplo de superación«.
La publicación destaca que, aunque es cierto que las personas mayores y/o con algunas patologías crónicas son consideradas un grupo de riesgo, «esto no significa que todas vayan a padecer la enfermedad ni que en caso de padecerla sea grave para todas».
Sin embargo, las medidas de control que se están tomando buscan proteger de forma especial a estos grupos. Así el Real Decreto 463/2020 por el que se declara el Estado de Alarma adopta medidas extraordinarias como la prohibición de salir de casa fuera de los casos estrictamente necesarios. «Esto es de especial relevancia en el caso de personas con riesgo, personas mayores y de edad avanzada o con condiciones de salud crónicas y pacientes inmunodeprimidos, con el fin de reducir al mínimo el riesgo de contagio», recuerda la guía.