España cuenta con un millón de personas anticoaguladas, una cantidad que se estima vaya en aumento debido al envejecimiento de la población y el aumento de factores de riesgo vascular. Estos pacientes son más vulnerables ante una emergencia médica o una intervención quirúrgica, pues un mal seguimiento puede provocar ictus o hemorragias. Más del 50 por ciento de los pacientes anticoagulados se encuentra en una situación mejorable debido a que la mayoría de este colectivo está fuera de rango, a pesar del gran progreso que ha supuesto la aparición de los Anticoagulantes de Acción Directa (ACOD).

En el Día Nacional del Paciente Anticoagulado, la Asociación Madrileña de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC) junto con la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), destacan la necesidad de una colaboración estrecha entre asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios, de cara a mejorar la equidad en el acceso a los tratamientos, programas de autocontrol y el desarrollo pleno de las unidades de tratamiento antitrombótico hospitalarias.

En este sentido, el Dr. Ramón Lecumberri, vocal de la Junta Directiva de la SEHH, especialista en Hematología en la Clínica Universidad de Navarra, expone que el número de pacientes que precisan tratamiento anticoagulante, bien durante un periodo de tiempo limitado o bien de forma crónica, en nuestro país, es cada vez mayor. Lecumberri explica que “un mejor conocimiento de los mecanismos y factores pronósticos de las enfermedades tromboembólicas, así como las novedades terapéuticas de los últimos años han contribuido a mejorar la eficacia y seguridad del paciente anticoagulado.  En un futuro próximo, además del desarrollo de nuevos fármacos cada vez más seguros, cabe esperar una individualización creciente del tratamiento anticoagulante en términos de fármaco de elección, dosis y duración óptima del tratamiento, que contribuirá a una mejor atención integral al paciente anticoagulado”.

Pacientes anticoagulados y COVID 19

El 30 por ciento de los pacientes con infección por SARS-CoV-2 desarrollan complicaciones trombóticas según la SEHH, produciendo un profundo impacto en el ámbito de la Hematología y transformando el abordaje de la anticoagulación. En este nuevo escenario, ha sido fundamental la coordinación entre los servicios de Hematología y los centros de salud, estableciendo controles compartidos con los médicos de familia, con el apoyo de los profesionales de enfermería y la telemedicina.

En esta línea, Juan Manuel Ortíz, presidente de AMAC, explica que ante la situación de emergencia sanitaria sin precedentes provocada por la pandemia de la COVID-19, que está poniendo a prueba la capacidad global para responder a los devastadores daños sociales y sanitarios, “un tratamiento descompensado puede tener nefastas consecuencias en su salud”, haciendo un llamamiento al colectivo de pacientes crónicos a comprometerse con su salud a través de la adherencia a los tratamientos.

Desde AMAC se hace un llamamiento a la ciudadanía sobre la importancia de consultar con un profesional sanitario en caso de presentar cualquier síntoma o duda sobre su enfermedad, respetando las medidas y recomendaciones de prevención ante el COVID-19 emitida por de las autoridades sanitarias.